4 mayo 2024
Dlaczego regularne wizyty u stomatologa są wskazane?

Dlaczego regularne wizyty u stomatologa są wskazane?

¿Por qué se recomiendan las visitas periódicas al dentista?

¿Por qué se recomiendan las visitas periódicas al dentista? La mayoría de las personas asocian una visita al dentista con dolor y un olor específico. Por lo general, decidimos visitar al dentista solo cuando nos duelen los dientes u otra parte de la boca. Las condiciones patológicas de los dientes son la respuesta de nuestro cuerpo a las bacterias que penetran profundamente en los tejidos.

La primera señal de que algo anda mal con nuestros dientes es la caries. Si no se trata, puede conducir rápidamente a condiciones más graves y dolorosas. Como resultado de la caries dental, las bacterias dañinas se acumulan en la superficie de nuestros dientes. Con el tiempo, atravesarán todo el espesor del esmalte y la dentina. Luego llegan a la cavidad del diente, gracias a lo cual acceden a la pulpa. Es un tipo de tejido altamente irrigado e inervado responsable de nutrir los dientes y sentir dentro de ellos.

Tipos de inflamación de la pulpa dental

Cuando las bacterias entran en contacto con el tejido pulpar, éste se irrita. Puede ser reversible o irreversible. En el primer caso, no hay dolor espontáneo. En cambio, el paciente se enfrenta a un dolor prolongado provocado. En tal situación, es necesaria la pronta intervención del dentista. Primero, elimina la caries, y luego queda usar un medicamento especial: material odontotrópico. Es decir, es un material que estimula la pulpa para utilizar la siguiente capa de dentina. Esto es para separar efectivamente la pulpa de los estímulos de la cavidad oral y el relleno. Este tratamiento se llama tratamiento biológico. Con su ayuda, el dentista logra mantener vivo el diente.

Si se ignora, dicha inflamación se vuelve irreversible. La pulpa del diente fue colonizada en gran parte por bacterias y la condición empeoró. El elemento básico es la hinchazón del tejido, y como la pulpa está encerrada en los tejidos duros del diente, la presión en ella aumenta gradualmente. Esto conduce a la compresión de los nervios y, por lo tanto, a un dolor muy fuerte. A su vez, la presión sobre los vasos sanguíneos altera la circulación sanguínea y provoca necrosis tisular. Todo esto podría haberse evitado si hubiéramos decidido visitar al dentista con la suficiente antelación. En algún momento, un diente enfermo dejará de dolernos. Contrariamente a las apariencias, esto no es una buena señal. Esta es una señal de que la pulpa del diente ha muerto por completo y se ha convertido en un hábitat ideal para la multiplicación de bacterias. Si todavía no hemos realizado el tratamiento de endodoncia y el diente no ha sido extraído.

Consecuencias de la pulpitis no tratada

Algún tiempo después de la muerte de la pulpa, podemos comenzar a experimentar un dolor espontáneo, que puede ir acompañado de la sensación de que el diente se sale del alvéolo. Nuestros ganglios linfáticos también comenzarán a responder. Esta es una señal de que las bacterias han comenzado a propagarse más allá del tejido pulpar muerto del diente. En respuesta a estos microbios, nuestro cuerpo comienza a acumular exudado seroso (filtración de proteínas de los vasos sanguíneos) en el área periapical. Este es un signo de inflamación serosa aguda. Si ignoramos esto y no acudimos al dentista, empezarán a formarse abscesos en nuestra boca. En su interior acumula pus, es decir, exudado de color marrón o amarillento. Consiste en leucocitos muertos, líquido proteico y una mezcla de varias bacterias y células. Su formación resulta de la liberación de enzimas de glóbulos blancos.

¿Qué tipos de abscesos podemos encontrar?

Hay tres tipos más comunes de abscesos: periapical, subóseo y submucoso. Independientemente del tipo, si no se vacían, pueden aumentar de volumen con el tiempo. También son muy dolorosas y la sensación de dolor aumenta al acostarse. La inflamación purulenta suele ir acompañada de malestar general y fiebre. A medida que el absceso comienza a crecer, puede atravesar el hueso debajo del periostio con el tiempo. Luego comienza a desgarrar esta membrana altamente inervada del hueso hasta que se rompe el periostio. Después de que se abre el absceso, la intensidad del dolor disminuye, pero habrá una fuerte hinchazón en la cara. Pus comienza a acumularse en los tejidos blandos sueltos y la fiebre continúa. En tal situación, no podremos visitar al dentista. Tendrá que hacer una incisión en el absceso para liberar todo el pus.

Granuloma y quiste radicular: consecuencias más graves de la pulpitis no tratada

Los granulomas se forman como resultado de una infección crónica de la pulpa del diente. El hueso ubicado cerca del ápice del diente muerto se reemplaza por tejido de granulación. Este, a su vez, está rodeado por una cápsula de tejido conjuntivo. El tejido de granulación se desarrolla bajo la influencia de las toxinas bacterianas del diente no tratado. Con el tiempo, sin embargo, comienzan a morir en su parte central. Luego se transforman en el llamado quiste de raíz. Con su crecimiento, pueden ocurrir fracturas patológicas de la mandíbula. Para evitar todo esto, basta con visitar periódicamente la consulta del dentista.